Resistencia Química:

La madera no reacciona ante agentes oxidantes o reductores. Es óptima para ser utilizada en bodegas de almacenamiento de productos químicos, acopio de frutas, etc. La madera es resistente a la mayoría de los ácidos y otros agentes corrosivos.

Resistencia al fuego: La conductividad o transmisión térmica es mucho más baja que la de otros elementos. Bajo la acción del fuego se produce una carbonización en la superficie de la madera que actúa como aislante, impidiendo la propagación de la llama hacia su interior, permitiendo que las propiedades mecánicas del núcleo de la pieza permanecen intactas, garantizando la estabilidad de la estructura durante más tiempo, si se compara con otros materiales.

Resinas

Para los procesos de laminación se cuenta con resinas de resorcinol formaldeído y endurecedores suministrados por empresas como Interquim, que cuenta con el respaldo de Akzo Nobel.

Dando cumplimiento a la norma NSR-10, Título G.2, las propiedades de la madera laminada encolada son:

  • Esfuerzo admisible a flexión (Fb) = 15.0 MPa
  • Esfuerzo admisible a tensión (Ft) = 11.0 MPa
  • Esfuerzo admisible a compresión paralela (Fc) = 13.0 MPa
  • Esfuerzo admisible a compresión perpendicular (Fp) = 2.0 MPa
  • Esfuerzo admisible a cortante (Fv) = 1.10 MPa
  • Módulo de elasticidad longitudinal promedio (E0.5) = 11200 MPa
  • Módulo de elasticidad longitudinal 5to percentil (E0.05) = 8250 MPa
  • Módulo de elasticidad longitudinal mínimo (Emin) = 4435 MPa

Bondades arquitectónicas y constructivas:

  • Armonía entre funcionalidad y estética.
  • Economía en fabricación, montaje y mantenimiento. Ligereza.
  • Resistencia y durabilidad.
  • Idoneidad técnica. Libertad de diseño. Adaptación a muchas geometrías.
  • Se mantiene inalterable a lo largo del tiempo, sin perder ninguna de sus propiedades.
  • Mínimo mantenimiento.